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Betty Boop
Dra. HateLove
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Historia en tres palabras...
oaky- Mensajes : 331
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Re: Historia en tres palabras...
La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras
Dra. HateLove- Mensajes : 702
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a
oaky- Mensajes : 331
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Re: Historia en tres palabras...
La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de
Betty Boop- Mensajes : 507
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos
groomitt- Mensajes : 637
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto
Betty Boop- Mensajes : 507
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que
Dra. HateLove- Mensajes : 702
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó
groomitt- Mensajes : 637
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó de su letargo,
Betty Boop- Mensajes : 507
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó de su letargo, sin entender que
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La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó de su letargo, sin entender que todo había sido
Betty Boop- Mensajes : 507
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- Mensaje n°86
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Re: Historia en tres palabras...
La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó de su letargo, sin entender que todo había sido un descabellado sueño estimulado por la
Betty Boop- Mensajes : 507
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- Mensaje n°88
Re: Historia en tres palabras...
La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó de su letargo, sin entender que todo había sido un descabellado sueño estimulado por laingesta cotidiana de
Dra. HateLove- Mensajes : 702
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- Mensaje n°89
Re: Historia en tres palabras...
La mina, estaba buscando desesperadamente un adminículo que parecía un conejo destartalado, con una mirada maléfica que denotaba cierto encono. Allí mismo, donde había un duende fumón, Cacho Castaña se puso un gran preservativo en la boca y lo infló hasta que los pulmones estallaron, entonces la mina ante tal estrépito, se acerco a picarle el ojo y darle un patadón en los pulmones reventados. Entonces recordó que debía ir en busca del admíniculo perdido. Sintió una gran comezón en la garganta, lo cual era producto de esa infusión dulzona que el duende le habia proporcionado a cambio de un super caño de orégano potenciado con rúcula radiactiva, con lo cual se olvidó de continuar buscando el admínculo. Decidió ir a pasear por la zona roja, sin un propósito, sólo para chusmear y sacar una larga y poderosa linterna de tres pilas para alumbrar al travesti que estaba ejerciendo su profesión. La luz encandiló al cana que estaba coimeando a un dealer, pero rapidamente le hizo una seña, y entonces se bajó los lienzos dejando entrever su zunga de leopardo. "El viejo de la zunga" gritó: "¡Hago el meneadito!". Aulló el poli: - Te vas a ordenar este juego. - Y dió la pauta para ello. Del otro lado los duendes fumones, totalmente desconcertados se miraban entre sí, y comenzaron a llamar a la bruja del 79, pero por más que llamaran insistentemente, la bruja no aparecía porque estaba muy entretenida en sacarse un forúnculo, que la tenia loca como una cabra saltando montes. La mina reaccionó buscando su escoba, que estaba ahí, esperando ser utilizada, la agarró y de un solo escobazo le propinó un golpazo al molesto mosquito que estaba merodeando con ganas de picar el culo del policía que olfataeba la zunga del viejo mientras ponía cara de: "acá hay que poner un fuerte desodorante", aunque nada podra evitar el olor que hacía vomitar a todos. Mientras tanto, la mina volvió al aguantadero donde vivía y se clavó un 'ferné' puro sin respirar y después aulló: "Duendes fumones vuelvan!" Pero los duendes estaban con fiaca y no le dieron bola. Aún cuando la policía, propinando gritos eufóricos por haber ingerido sapos alucinógenos congelados, dio la voz de ¡Alto!, los duendes sorprendidos se fueron silbando bajito repartiendo cisticercos infestantes a todos aquellos incautos,que se quedaban boquiabiertos al comprobar que no les quedaba otra que hacerse romper muy suavemente el, como decirlo delicadamente, brazo izquierdo para que les pongan esas esposas raras con olor a sangre coagulada de apestosos y podridos. Pero de pronto, inesperadamente sucedió que la mina despertó de su letargo, sin entender que todo había sido un descabellado sueño estimulado por laingesta cotidiana de hongos alucinógenos. Fin
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Les parece si arrancamos con una historia nueva?
Había una vez
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Les parece si arrancamos con una historia nueva?
Había una vez
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- Mensaje n°90
Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito
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Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos,
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Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba
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Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer
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- Mensaje n°94
Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque
(pinta para cuento infantil, promete esto)
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Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque y jugar con
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- Mensaje n°96
Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque y jugar con un travieso hurón
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- Mensaje n°97
Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque y jugar con un travieso hurón, con el cual
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Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque y jugar con un travieso hurón, con el cual trepaban a los
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- Mensaje n°99
Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque y jugar con un travieso hurón, con el cual trepaban a los árboles de moras
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- Mensaje n°100
Re: Historia en tres palabras...
Había una vez un oso chiquito. Tenia tres hermanitos, que les encantaba ir a comer grosellas al bosque y jugar con un travieso hurón, con el cual trepaban a los árboles de moras, y desde alli
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